El talento y la creatividad necesitan de espacios donde desarrollarse.
Ponemos por delante el descubrimiento, despertar su curiosidad. Proponemos áreas y contenidos que animen a descubrir cosas nuevas. ¿El ADN de las fresas? Si, y la biotecnología también puede ser divertida, apasionante; creamos sonidos, abrimos su mirada al arte, la tecnología, la música, la ciencia, el lenguaje audiovisual, la danza, la gastronomía, la arquitectura, el impulso de la iniciativa emprendedora… Creamos un amplio escenario de aprendizaje donde los niños disfrutan acercándose a cosas que quizá experimentan por primera vez. Y les gusta.
Tienen delante un/a profesional brillante en su formación, conocimientos y muy motivado a la hora de trasladar su mejor saber a los niños/as.
Unimos la pasión de ambas partes, solo así pueden suceder cosas extraordinarias.
No hacemos cosas para ellos, las hacemos con ellos. Y a menudo construimos sus ideas.
Ponen en práctica valores como la solidaridad, generosidad, altruismo, perseverancia, responsabilidad, la toma de decisiones, espíritu crítico, creatividad, autoestima y bien social.